martes, 23 de diciembre de 2014

I´m not There (Todd Haynes, 2007): Todos para uno

El meme dice lo siguiente: “Dicen que la música puede transportarte a otros lugares. Por ejemplo, en el restorán pusieron a Arjona y yo me trasladé a otro local”.

Independiente de que efectivamente una cosa así me haga trasladarme de local, incluso de planeta, si fuera posible, hay algo que si es cierto: a través de la música se puede llegar a lugares recónditos de uno mismo.Cuando una cosa así pasa, cuando el encuentro con uno mismo es así de importante, sólo queda agradecer a quien se le ocurrió poner eso en nuestro camino.

Me da la impresión de que Todd Haynes está en el mismo estado de conciencia alterada que yo. De otra forma no hubiese podido concebir una película como "I´m Not There", que intenta a través de seis historias, mostrarnos la vida y obra de Bob Dylan.
Perfecto

En caso de que ud no sepa quién es Bob Dylan, o de frentón no le haya interesado antes, le cuento que no sólo es un cantautor gringo. También es un personaje de fama mundial y probablemente uno de los más importantes músicos del siglo XX. Dicho esto, no sorprende que en vez de tener una biopic común y corriente, sea necesario contar con  seis personajes que al parecer no tienen mucho en común, pero que resultan ser aristas de la misma estrella. Estrella de la música, se entiende.

La película despliega distintos ámbitos de la vida de Dylan, empezando por su origen supuestamente desconocido, encarnado por un niño de color de 11 años, que se pasea por el mundo de los adultos como si tuviese 73. También encontramos los inicios de músico folk, en manos de Christian Bale, la evolución a músico rock, con Cate Blanchett viéndose perfecto, incluso con esa melena, y los días de hoy con el Dylan más retraído y ermitaño, interpretado por Richard Gere. Tangencialmente, Heath Ledger y Ben Wishaw dan los últimos toques para entender al músico en todas las dimensiones que puedan mostrar 135 minutos de metraje. Todo esto acompañado de una banda sonora  llena de muchas reversiones de canciones de Dylan, cantadas por muchos de nuestros cantantes favoritos (a ti te hablo, Eddie Vedder), hacen que la experiencia sea agradable y por supuesto, conmovedora.

Y todos son Bob Dylan 
¿Es esta una película sólo para fans? No, para nada. Por supuesto que lo más fanáticos se sentirán
contentos y hasta interpretados con los datos que lanza el guión acerca de cosas que de verdad le pasaron a Dylan (su relación con Joan Baez, la experiencia de música eléctrica en un festival de Newport, su accidente en moto, etc) pero más que eso, la película trata de explicarnos quien es este ser humano con tmotivaciones, sueños que van cambiando, formas de ver la vida y formas de explicársela también. Un sujeto con todas las dimensiones posibles. Al igual que todos nosotros, supongo.

Hay una escena especialmente relevante en esta película que creo que resume de buena forma lo que ha significado Dylan para la historia de la música y la literatura. Una mujer de color le dice al pequeño Woody Guthrie, el niño de 11 años, "debes cantar sobre tu tiempo". Dylan ha sido un músico que ha cantado sobre el tiempo que ha vivido, independiente del lugar desde donde se pare, con algunas producciones incomprensibles (su recopilatorio de Navidad es de los discos más raros que he escuchado), pero siempre siendo portavoz de los tiempos que corren, aunque estos "estén cambiando".

Esa trascendencia es captada por Todd Haynes, un director que tiene experiencia en el tema de la música interpretada en el cine, permitiendo que podamos entrar de lleno en su historia y ver al músico como él lo ve. Haynes es un maestro en esto, y su fanatismo por Dylan se deja entrever en su trabajo. Esto, que en otras entregas podría ser hasta nocivo, en este caso está cubierto por un manto de respeto que honra al personaje y lo sitúa en el inconsciente del espectador como la leyenda que es.

Busque la película, déjese conmover, y si de pasada le termina gustando el querido Bob, tanto mejor. Habrá matado dos pájaros de un tiro.   

lunes, 22 de diciembre de 2014

Lucy (Luc Besson, 2014) : Scarlett Johanson se hiperventila

La evolución de la especie me intriga. No logro comprender racionalmente la manera en la que las células evolucionaron hasta convertirse en yo misma. No sé como fue que las cosas se dieron para llegar a esto. No sé si por causa de la evolución de las especies acumulo grasa en las caderas.Todo para mí es un misterio. Por eso, si encuentro una película que puede explicármelo, lo disfruto y eventualmente lo agradezco. Si está bien explicado, por supuesto. Si no, ocupo el dvd como freesbee. (no tengo tolerancia a la frustración)

Lucy es una de esas películas que te educan en medio de los balazos. Todo parte con Lucy, una rubia buena para la jarana interpretada por Scarlett Johanson, contratada muy a su pesar como "mula" para el transporte de una droga azul, cristalina y hermosa. Algo sale mal y la chiquilla pasa de ser Lucy a SUPER LUCY de una patá. Evoluciona. 

Lucy es abacanada para caminar porque es evolucionada, no como una 
Lo más interesante de la película, sin embargo, no es la historia de Lucy y su hiperventilación drogadicto-evolutiva. Entremedio de la película, Morgan Freeman (diosito, pero que acá hace de científico) explica la teoría de la evolución darwiniana y todo va quedando muy claro, de manera que si hay algo que no le haga mucho sentido, ahí estará Morgan Freeman para explicarselo. No se siente como si estuviese viendo un documental del history, pero es entretenido y a la primera, los datos científicos parecen ser ciertos. Yo no sé usted, pero yo le creo todo a Morgan Freeman, así que debe ser cierto. 

Si usted ha visto películas de Luc Besson, ya sabe que los colores de todo lo que aparezca van a ser chilloncitos (no chillones de frentón, sólo chilloncitos), los héroes van a caminar abacanadamente mirando la cámara y va a haber un lote de balas corriendo por los pasillos. Todo eso se lo va a encontrar aquí. Por lo tanto, si le gusta todo aquello, va a disfrutar un lote. Si esas cosas no le emocionan particularmente, no va a ser tema entonces. Sin ser un imperdible, la película entretiene y con eso debería bastarle para ir al cine. Véala con confianza, y si quiere, me cuenta como le fue.